Bicicleta para dos, el arte de compartir bicicletas

Compartir una bicicleta entre dos personas requiere una buena dosis de confianza tanto hacia la persona que conduce la bicicleta como la que va de “paquete” ( alguien conoce alguna otra acepción para la persona que va montada en la bicicleta pero no la conduce? ). El equilibrio es primordial cuando dos personas van montadas en la misma bicicleta ya que un movimiento en falso puede detener bruscamente el recorrido.

Desde bicicletario.com vamos a repasar algunas de las posiciones más comunes a la hora de compartir una bicicleta entre dos personas. Como veremos, no siempre lo más evidente resulta ser lo más cómodo y con un poco de ingenio podremos hacer del viaje un agradable paseo para ambos ciclistas.

Empezamos con una de las más que probables posturas a la que recurriremos cuando tengamos la necesidad de compartir una bicicleta entre dos personas. Esta forma de montar dos en una bicicleta conocida como “para ti el sillín que ya conduzco yo”, puede puede ser entendida, en un primer momento, como una deferencia hacia la persona que vamos a transportar.

Pero este gesto de amabilidad se convierte en un calvario para la persona acompañante ya que al encontrarse con una bicicleta sin estribos sobre los que apoyarse no le queda más remedio que dejar colgando sus piernas de manera que el propio peso del cuerpo y la acción del sillín obligan al pasajero a pensar un nuevo método menos doloroso a la vez que pronuncia la conocida frase “para, para, que me bajo..”. Además, esta postura, también requiere que la persona que conduce la bicicleta tenga una buena preparación física y fuertes piernas ya que no podrá sentarse para reposar su cuerpo durante el trayecto.

El siguiente paso en esta particular evolución en busca de la forma más cómoda de compartir una bicicleta, consiste en reservar el portaequipajes para el acompañante. De esta manera, el peso caerá directamente sobre la rueda trasera lo que favorecerá el equilibro de la bicicleta y la persona que conduzca dispondrá del sillín para su uso y disfrute.

Si la bicicleta a compartir no dispone de portaequipajes o guardabarros bien anclado a la bicicleta, podemos confiar en nuestro equilibro y ponernos de pie sobre los tornillos del eje de la rueda trasera. Si la rueda está equipada con abre-fácil, la acción se verá complicada. En estos casos, nuestro mejor aliado serían unos estribos como los que poseen las bicicletas BMX.

Confiando en que el orden de los factores si altere el producto, dejamos el sillín para la persona que conduce la bicicleta y ofrecemos el manillar a la persona con la que compartimos el viaje. Esta variante resulta más fácil de llevar a cabo cuando una de las dos persona es un niño o niña, ya que será esta quien se aferre al manillar de la bicicleta.

A la hora de sentarse, el acompañante podrá escoger entre dejar caer una pierna a cada lado del cuadro de la bicicleta o sentarse de lado dejando caer ambas piernas a un lado ( mucho más cómodo ).

Si la idea de sentarnos sobre la barra superior del cuadro de la bicicleta no nos resulta cómoda, siempre nos queda ir un paso más allá y sentarnos directamente sobre el manillar de la bicicleta. Esta postura, puede resultar atractiva para el pasajero que disfrutara del paisaje sin tener que pedalear, pero sin duda requerirá de una mayor habilidad por parte de la persona que conduce la bicicleta ya el campo de visión se verá notablemente disminuido. También hay que destacar que la coordinación entre ambas personas es importante ya que la que ocupe el lugar del manillar tendrá que saltar sobre él en el momento en el que la bicicleta se ponga en marcha.

Pero sin duda, si tuviéramos que elegir la postura más romántica para compartir una bicicleta, nos quedaríamos con la siguiente fotografía en la que vemos a un chico y una chica abrazados mientras circulan en bicicleta. Además, no sólo resulta bonita esta forma de ir dos personas en una sola bicicleta, ya que sin nos fijamos en detalle vemos que la persona que conduce la bicicleta tiene un buen campo de visión, que la persona que va sobre el sillín puede subirse con la bicicleta parada y que al ir abrazados, se evitan movimientos en falso.