Pedalear por la noche requiere una habilidad más allá de la conducción de nuestras bicicletas. Es necesaria una excelente combinación de todos nuestros sentidos para ser capaces de distinguir cualquier ruido, ver a lo que tenemos que enfrentarnos y ser capaces de reaccionar en un instante.
Además de estas habilidades, resulta imprescindible hacernos ver en la carretera mientras conducimos nuestra bicicleta para lo que deberemos equiparnos con luces o reflectores. Pero si además queremos dejar bien claro el espacio que necesitamos para circular en bicicleta sin problemas, podemos esperar a que llegue al mercado el LightLane (o carril bici de luz).
Este prototipo proyecta una luz roja desde nuestro sillín hacia la parte posterior de la bicicleta que al impactar contra la carretera, marca un carril bici de luz que desaparece a nuestro paso. Lástima que por ahora sea tan sólo un concepto dibujado con algún programa de retoque fotográfico, pero sin duda, aquellas personas habilidosas encontrarán la manera de hacerlo realidad sin tener que esperar.
Encontrado en:
http://dustbowl.wordpress.com
Buenisimo….!!