Al parecer las bicicletas de madera se están convirtiendo en nuestro particular fetiche. Después de hablar de la bicicleta de madera de Marco Facciola o del tándem de Jens Eichler, sin olvidarnos de la bicicleta escoba, queremos hacer un pequeño repaso a otras propuestas tal vez más curiosas aún y de las que no hemos encontrado mucha información.
Y es que las bicicletas de madera han capturado la imaginación de muchos, desde artesanos y artistas hasta ciclistas y coleccionistas. Este singular enfoque en el diseño y la construcción de bicicletas no solo se destaca por su belleza y originalidad, sino también por su conexión con tradiciones ancestrales y su respeto por la naturaleza.
No todas las bicicletas de madera están destinadas a ser funcionales. Algunas, la siguiente bicicleta-escultura, se crean con un propósito puramente artístico. Esta particular bicicleta, hecha a partir de una o dos ramas de árbol, carece de pedales y parece estar diseñada más como una pieza de arte que como un medio de transporte. La fragilidad aparente de la estructura y la elección de las ramas como material principal le otorgan una estética única, evocando la relación entre la naturaleza y la creatividad humana.
Durante un viaje a Kashgar, China, el fotógrafo Ken Power se encontró con una bicicleta de madera que, aunque sencilla, destaca por su originalidad. A excepción de los tornillos, los pedales y la cadena, que son de metal, y las cubiertas de las ruedas, todo lo demás en la bicicleta está hecho de madera. Un detalle particularmente interesante es la dirección de la bicicleta, que no es un manillar convencional, sino un volante de madera. Esta elección de diseño no solo es inusual, sino que también refleja una fusión entre la tradición y la adaptación a los materiales disponibles.
Slawomir Weremkowicz, un fontanero jubilado de Polonia, se ha convertido en uno de los nombres más respetados en el ámbito de las bicicletas de madera. Con una dedicación impresionante, Weremkowicz construye bicicletas utilizando únicamente madera, incluyendo partes tan complejas como la cadena. Cada una de sus bicicletas es única y requiere aproximadamente un año para ser completada. Weremkowicz utiliza madera de robles, fresnos y hayas, tallando cada pieza a mano con herramientas tradicionales como cinceles y sierras.
El mérito de Weremkowicz no radica solo en su habilidad para crear bicicletas completamente funcionales de madera, sino también en su capacidad para innovar en el diseño y la mecánica. Aunque a primera vista las bicicletas pueden parecer incómodas, cada una de ellas está meticulosamente diseñada para ser práctica y resistente. Su trabajo ha atraído la atención de medios y aficionados al ciclismo de todo el mundo, y sus bicicletas han sido mostradas en diversas exposiciones y reportajes.
Las bicicletas de madera han recorrido un largo camino desde simples experimentos hasta convertirse en verdaderas obras de arte y vehículos funcionales. Desde las esculturas que evocan la belleza de la naturaleza hasta las bicicletas diseñadas para resistir el uso diario, la madera sigue siendo un material fascinante que continúa inspirando a artistas y artesanos en todo el mundo. Con cada nueva creación, las bicicletas de madera nos invitan a repensar la relación entre el arte, la tecnología y la naturaleza, y a soñar con un futuro en el que la sostenibilidad y la creatividad vayan de la mano.
Si después de ver el vídeo os habéis quedado con ganas de más os enlazamos la segunda parte del reportaje (aunque salen menos bicicletas) y este otro en el que aparece circulando sobre otro modelo de bicicleta de madera.